LOMLOE: ¿SEMBRANDO FUTURO?
Dentro de cualquier sociedad, es indudable el hecho de que la escuela es una de las instituciones más importantes. No solo funciona como un espacio en el que se transmiten conocimientos, sino también donde se forman ciudadanos, se refuerzan valores y se crea un sentido de comunidad. En el contexto que nos ocupa: Sistema Educativo Español, la organización de la escuela está regulada por la LOMLOE, una ley que, en principio, busca responder a los retos actuales de la educación.
Desde mi punto de vista, la LOMLOE representa un intento de adaptar el sistema educativo a las necesidades de una sociedad en constante cambio. Entre sus principales ejes destaca la inclusión, la equidad y la personalización del aprendizaje. Considero que estos aspectos son especialmente fundamentales para mejorar la calidad de la escuela. Se trata de un gran avance que esta ley ponga especial énfasis en garantizar que todos los estudiantes tengan acceso a una buena educación.
Otros aspectos esenciales son la reorganización del currículo y la apuesta por una enseñanza más competencial. Esto implica que lo importante no es solo transmitir contenidos, sino que también hay que fomentar el pensamiento crítico, la creatividad y la capacidad de resolución de problemas. En mi experiencia como estudiante y futura profesional del ámbito educativo, veo esta transformación como una necesidad urgente. El mundo actual demanda algo más: personas capaces de aprender de manera continua.
Sin embargo, como toda reforma, la LOMLOE ha generado debates. Algunas críticas se refieren a la eliminación de la repetición de curso como un medida excepcional o la percepción de que se reduce el peso de las asignaturas "tradicionales". Personalmente, pienso que el enfoque debería estar más bien en ofrecer apoyos y estrategias de aprendizaje a los estudiantes que lo requieran, antes que en mantener un sistema basado en la repetición, que en muchas ocasiones desmotiva al alumnado en lugar de ayudarlo a mejorar.
Ahora bien, no se pueden desterrar los libros ni pretender que el aprendizaje sea totalmente en práctica. Como hablamos en entradas anteriores, quizá la clave sea encontrar el equilibro. En este caso, equilibrio entre la educación tradicional y los nuevos métodos de enseñanza que sugiere esta ley, a mi parecer, utópica e insuficiente.
En conclusión, la LOMLOE es una reforma con luces y sombras, pero que sin duda marca un camino hacia una escuela más inclusiva y adaptada a la realidad actual. Como futuros docentes y pedagogos, es nuestra responsabilidad comprender su impacto y contribuir a su implementación de la mejor manera posible, siempre con la mirada puesta en el bienestar y el desarrollo integral del alumnado.
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